viernes, 24 de mayo de 2013

Idílico

Me ha dado desde que regresé a este lugar. ¿Regresé? tal vez. La verdad es que me resulta todo extrañamente familiar. La verdad es que acabo de despertar, en una habitación particularmente ventilada, cortada por unos rayos de sol que se cuelan por la ventana. Sin mirar hacia mi alrededor, decido dirigirme a través ella, y mirar a ver qué me encuentro. A mi derecha hay un mar. Calmado y azul, extendido hasta el horizonte, mucho más allá de dónde me alcanza la vista. Se trata de una playa grande, enorme, con un agua cristalina y unas olas potentes. La arena que precede al líquido es prácticamente blanca, con un tono amarillento, cálida, fina y agradable al contacto con la piel, parece que, al caminar, estés recibiendo un masaje. Por el otro lado de la ventana, puedo distinguir una majestuosa cordillera, encumbrada por toneladas de nieve y hielo, un paisaje digno de ver con los propios ojos. Paredes de agua congelada se extienden hacia arriba, a unas alturas que no se pueden alcanzar con la vista. Páramos de nieve recorren la ladera de las montañas, haciendo que el paisaje tenga un blanco mágico, digno de cualquier aventura de Papá Noel en su casa del Polo Norte. Se trata de una zona peligrosa, pero rebosante de misterios y encantos que sólo son posibles de vislumbrar si se trata de alcanzar la cima. Para llegar a dicha cordillera, desde a playa paradisíaca, justo donde se encuentra la extraña habitación que ocupo, hay una vasta extensión de selva tropical que recubre, como una alfombra kilómetros árboles gigantescos que les separan. Como no podía ser menos, esta selva, repleta de animales salvajes, es una explosión de color y vida, que resulta imposible de encontrar en ningún otro lugar del mundo. Con todos estos paisajes, reflexiono, es muy bonito todo, pero decido regresar dónde me había despertado minutos antes, esperando recuperar el sueño de que me habían arrancado los rayos de sol,
ya que, a pesar de tanta belleza y misterio por resolver, mi lugar idílico sigue siendo el pasado que compartimos.

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